miércoles, agosto 18
Supersticiones congénitas
Milagros Julia Ollovarren Echarri es la única de mis abuelas que conocí, pero tengo pocos recuerdos de ella, porque murió cuando yo tenía 7 u 8 años
Fue la mamá de mi mamá.
Era navarra de nacimiento, pero patagónica de adopción.
Algunos veranos me iba a su casa en Comodoro (una ciudad a 400 K. m al sur de Trelew) y a pesar de que siempre fui (soy y seré) insoportablemente *mamera*, no oponía resistencia.
Durante la temporada que yo pasaba allá, además de quitarme todas las “mañas” y demás caprichitos, me llevaba con ella a hacer la compra. [tenia bolsa como la “Mamá Cora”, el personaje de Gasalla]
Bueno... una de la veces que volvíamos a casa cargadas con la compra.. de entre la arena* salió un escarabajo negrísimo. Quise pisarlo y no me dejó, porque “si pisas un escarabajo, después llueve” me dijo.
Lo cierto es que no me acuerdo si finalmente lo pise o no, o si ese día llovió o no, pero tantos años después de eso, cada vez que veo un escarabajo lo piso, si tengo ganas de que llueva ése día .
Ayer al mediodía cuando salía de la oficina, lloviznaba aunque estamos en verano.
Antes de llegar a la esquina vi un escarabajo aplastado.
Como siempre, pensé que ella tenía razón
* (su casa está cerca del mar y la tierra siempre se mezclaba con la arena gracias al “vientito” patagónico)
Fue la mamá de mi mamá.
Era navarra de nacimiento, pero patagónica de adopción.
Algunos veranos me iba a su casa en Comodoro (una ciudad a 400 K. m al sur de Trelew) y a pesar de que siempre fui (soy y seré) insoportablemente *mamera*, no oponía resistencia.
Durante la temporada que yo pasaba allá, además de quitarme todas las “mañas” y demás caprichitos, me llevaba con ella a hacer la compra. [tenia bolsa como la “Mamá Cora”, el personaje de Gasalla]
Bueno... una de la veces que volvíamos a casa cargadas con la compra.. de entre la arena* salió un escarabajo negrísimo. Quise pisarlo y no me dejó, porque “si pisas un escarabajo, después llueve” me dijo.
Lo cierto es que no me acuerdo si finalmente lo pise o no, o si ese día llovió o no, pero tantos años después de eso, cada vez que veo un escarabajo lo piso, si tengo ganas de que llueva ése día .
Ayer al mediodía cuando salía de la oficina, lloviznaba aunque estamos en verano.
Antes de llegar a la esquina vi un escarabajo aplastado.
Como siempre, pensé que ella tenía razón
* (su casa está cerca del mar y la tierra siempre se mezclaba con la arena gracias al “vientito” patagónico)